¡Hola de nuevo! Tras los vídeos que vimos en esta clase sobre los sistemas educativos en otros países de mundo, me quedé fascinada con lo que percibí en el vídeo de la educación en Finlandia. Algunas de las cosas que pudimos ver ya las conocía, ya que hace varios años tuve la oportunidad de conocer Helsinki y algunas de las características más relevantes de su sistema educativo.
Según los datos de la UNESCO, el porcentaje de abandono escolar en Finlandia es de un 8%, una clara diferencia frente a nuestro 30%, ya que uno de cada tres estudiantes abandonan sus estudios en España. ¿La diferencia de estos datos podría verse afectado por motivación o interés hacía los contenidos que incluye cada sistema educativo?
Desde mi punto de vista claramente la respuesta es afirmativa. En Finlandia, desde muy jóvenes los jóvenes eligen si quieren una formación general (orientada hacia los estudios universitarios) o una formación vocacional (orientada hacia un oficio). A diferencia en España, a pesar de que exista la formación profesional, la cuál muchas veces no esta muy bien vista socialmente, no podrá impartirse hasta tener finalizada la ESO, donde todos los contenidos son iguales para todos los alumnos.
Por otro lado, la educación Finlandesa tiene como prioridad favorecer el desarrollo de la curiosidad, creatividad y experimentación de los alumnos, siendo lo más importante aprender a pensar. Así pues, las jornadas lectivas son de unas 20 horas semanales y el concepto de deberes es prácticamente inexistente. Al contrario que en España donde lo más relevante es memorizar una serie de contenidos y aprobar los exámenes donde se evalúa, de mejor o peor manera si has "aprendido" los conceptos establecidos. Además, como todos sabemos, las jornadas lectivas aquí son de unas 30 horas semanales y la tareas para casa muchas veces pueden suponer toda una tarde de frustración para los estudiantes y, muchas veces, también para los padres.
Otro gran diferencia reside en la procedencia de los fondos de los centros educativos. En España el 32% de los centros son concertados o privados, lo cual marca una gran diferencia entre el contexto de cada centro. Todos sabemos que no es lo mismo estudiar en un colegio concertado en el centro de una ciudad que en un instituto de barrio; al menos la diversidad de personas con la que te toparías en cada uno de ellos es muy distinta, de ahí que surjan las preferencias por un centro u otro a la hora de que un padre decida donde quiere que su hijo sea educado. En cambio, en Finlandia la educación es pública y garantiza la misma calidad en todos y cada uno de los centros educativos; la educación impartida en un colegio en el centro de la ciudad será igual que la del barrio con menos recursos, ya que la educación debe ser tanto primordial como equitativa para todo el mundo.
Por último, pero no menos importante, la imagen que se le otorga al profesor también difiere bastante. En Finlandia, los profesores están muy respetados y valorados, teniendo libertad plena de decisión del proceso de enseñanza en sus clases. Por el contrario, en España la imagen del profesor esta mucho más infravalorada y cuestionada por gran parte de la población adulta; muchas ocasiones no son sólo los alumnos quienes muestran faltas de respeto hacia los profesores, sino también sus padres.
Personalmente no existe cuestión, sino afirmación: DEBEMOS TOMAR EJEMPLO.
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